Antes de leer: estrategias 1. Lee el título. ¿A qué crees que se refiere el pronombre la en Vivir para contarla? 2. Haz una lista con todas las palabras que recuerdes relacionadas con los trenes. Después, compárala con la de tu compañero(a). Vivir para contarla Mi madre y yo llegamos a la estación pasadas las ocho, pero el tren estaba demorado1. Sin embargo, fuimos los únicos pasajeros. Ella se dio cuenta desde que entró en el vagón vacío, y exclamó con un humor festivo: —¡Qué lujo! ¡Todo el tren para nosotros solos! Siempre he pensado que fue un júbilo fingido2 para disimular3 su desencanto, pues los estragos4 del tiempo se veían a simple vista en el estado de los vagones. Eran los antiguos de segunda clase, pero sin asientos de mimbre5 ni cristales de subir y bajar en las ventanas, sino con bancas de madera curtidas por los fondillos6 lisos y calientes de los pobres. En comparación con lo que fue en otro tiempo, no solo aquel vagón sino todo el tren era un fantasma de sí mismo. Antes tenía tres clases. La tercera, donde viajaban los más pobres, eran los mismos huacales7 de tablas donde transportaban el banano o las reses de sacrificio, adaptados para pasajeros con bancas longitudinales de madera cruda. La segunda clase, con asientos de mimbre y marcos de bronce. La primera clase, donde viajaban las gentes del gobierno y altos empleados de la compañía bananera, con alfombras en el pasillo y poltronas8 forradas de terciopelo rojo que podían cambiar de posición. Cuando viajaba el superintendente de la compañía, o su familia, o sus invitados de nota, enganchaban9 en la cola del tren un vagón de lujo con ventanas de vidrios solares y cornisas doradas, y una terraza descubierta con mesitas para viajar tomando el té. No conocí ningún mortal que hubiera visto por dentro esa carroza10 de fantasía. Mi abuelo había sido alcalde dos veces y además tenía una noción alegre del dinero, pero solo viajaba en segunda si iba con alguna mujer de la familia. Y cuando le preguntaban por qué viajaba en tercera, contestaba: «Porque no hay cuarta». Sin embargo, en otros tiempos, lo más recordable del tren había sido la puntualidad. Los relojes de los pueblos se ponían en la hora exacta por su silbato11. Aquel día, por un motivo o por otro, partió con una hora y media de retraso. Cuando se puso en marcha, muy despacio y con un chirrido12 lúgubre13 mi madre se persignó14, pero enseguida volvió a la realidad. 1. delayed 4. damage 7. crates 10. carriage 13. sad 2. feigned 5. wicker 8. armchairs 11. whistle 14. made the sign of the cross 3. hide 6. bottoms 9. hooked up 12. squeak Gabriel García Márquez. Vivir para contarla (selección) LECTURA: TEXTO LITERARIO 222 doscientos veintidós Unit 4 222 LECTURA: TEXTO LITERARIO Warm-Up • Ask students to observe the picture and write the answers to the questions in the Antes de leer section. Preparation • Call on individual students to share their Warm-Ups. Ask students who have heard of Gabriel García Márquez or have read some of his writings to share what they know about this author with the class. Explain that Vivir para contarla is García Márquez’s autobiography. It was published in 2002 and it focuses on his childhood and youth. You may wish to share with students this quote from Vivir para contarla: “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”. If time allows, discuss with the class what García Márquez might have meant by this comment. • Read the text aloud to model pronunciation and have students follow along in their books. Then call on individual students to each read a paragraph aloud. Offer assistance with pronunciation. Finally, have students read the text again individually. Activities 68. To extend this activity, ask pairs to speculate on what might have caused the decline of the train. Invite students to share their theories with the class. Answers will vary. Sample answers: 1. F. Finge alegrarse, pero está decepcionada. 2. F. Solo hay una clase. Presentation • In this section, students will read an excerpt from Gabriel García Márquez’s autobiography, Vivir para contarla. As they read, they will review vocabulary related to travel by train. Teaching Suggestions Differentiated Instruction DEVELOPING LEARNERS • Ask students to match words from both columns, and then have them write the word pairs in their notebooks. 1. demorar (g) a. aparición 2. fingido (h) b. decepción 3. disimular (e) c. asiento de madera 4. desencanto (b) d. sujetar 5. fantasma (a) e. disfrazar 6. poltrona (i) f. salir 7. enganchar (d) g. tardar 8. noción (j) h. falso 9. banca (c) i. silla cómoda 10. partir (f) j. idea EXPANDING LEARNERS • Ask students to imagine that a studio has decided to turn García Márquez’s memoirs into a feature film and they will create the script. Have students rewrite the narrative as a dialogue, adding a conversation between mother and son, and possibly with the ticket agent. Encourage students to also indicate the main characters’ destination and to explain, through their conversation, what they were doing in Aracataca. When students complete their scripts, have them assign the roles to classmates, who will act them out in front of the class. Antes de leer: estrategias 1. Lee el título. ¿A qué crees que se refiere el pronombre la en Vivir para contarla? 2. Haz una lista con todas las palabras que recuerdes relacionadas con los trenes. Después, compárala con la de tu compañero(a). Mi madre y yo llegamos a la estación pasadas las ocho, pero el tren estaba demorado1. Sin embargo, fuimos los únicos pasajeros. Ella se dio cuenta desde que entró en el vagón vacío, y exclamó con un humor festivo: —¡Qué lujo! ¡Todo el tren para nosotros solos! Siempre he pensado que fue un júbilo fingido2 para disimular3 su desencanto, pues los estragos4 del tiempo se veían a simple vista en el estado de los vagones. Eran los antiguos de segunda clase, pero sin asientos de mimbre5 ni cristales de subir y bajar en las ventanas, sino con bancas de madera curtidas por los fondillos6 lisos y calientes de los pobres. En comparación con lo que fue en otro tiempo, no solo aquel vagón sino todo el tren era un fantasma de sí mismo. Antes tenía tres clases. La tercera, donde viajaban los más pobres, eran los mismos huacales7 de tablas donde transportaban el banano o las reses de sacrificio, adaptados para pasajeros con bancas longitudinales de madera cruda. La segunda clase, con asientos de mimbre y marcos de bronce. La primera clase, donde viajaban las gentes del gobierno y altos empleados de la compañía bananera, con alfombras en el pasillo y poltronas8 forradas de terciopelo rojo que podían cambiar de posición. Cuando viajaba el superintendente de la compañía, o su familia, o sus invitados de nota, enganchaban9 en la cola del tren un vagón de lujo con ventanas de vidrios solares y cornisas doradas, y una terraza descubierta con mesitas para viajar tomando el té. No conocí ningún mortal que hubiera visto por dentro esa carroza10 de fantasía. Mi abuelo había sido alcalde dos veces y además tenía una noción alegre del dinero, pero solo viajaba en segunda si iba con alguna mujer de la familia. Y cuando le preguntaban por qué viajaba en tercera, contestaba: «Porque no hay cuarta». Sin embargo, en otros tiempos, lo más recordable del tren había sido la puntualidad. Los relojes de los pueblos se ponían en la hora exacta por su silbato11. Aquel día, por un motivo o por otro, partió con una hora y media de retraso. Cuando se puso en marcha, muy despacio y con un chirrido12 lúgubre13 mi madre se persignó14, pero enseguida volvió a la realidad. 1. delayed 4. damage 7. crates 10. carriage 13. sad 2. feigned 5. wicker 8. armchairs 11. whistle 14. made the sign of the cross 3. hide 6. bottoms 9. hooked up 12. squeak Gabriel García Márquez. Vivir para contarla (selección) LECTURA: TEXTO LITERARIO 222 doscientos veintidós Differentiated Instruction
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