Sueña - PROGRAM SAMPLER
Sueña at-a-glance xxii LITERATURA showcases literary readings by well-known writers from across the Spanish-speaking world. Literatura Comprehensible and compelling, these readings present new avenues for using the lesson’s grammar and vocabulary. Design Each reading is presented in the attention-grabbing visual style one would expect from a magazine, along with glosses of unfamiliar words. • Audio-sync technology for the literary reading that highlights text as it is being read LITERATURA LITERATURA A burrido de recorrer la ciudad con su valija a cuestas° para vender —por lo menos— doce manteles diarios, harto de gastar suelas, cansado de usar los pies, Gaspar decidió caminar sobre las manos. Desde ese momento, todos los feriados del mes se los pasó encerrado en el altillo de su casa, practicando posturas frente al espejo. Al principio, le costó bastante esfuerzo mantenerse en equilibrio con las piernas para arriba, pero al cabo de reiteradas pruebas el buen muchacho logró marchar del revés con asombrosa habilidad. Una vez conseguido esto, dedicó todo su empeño para desplazarse° sosteniendo la valija con cualquiera de sus pies descalzos°. Pronto pudo hacerlo y su destreza lo alentó°. on his back to move barefoot encouraged —¡Desde hoy, basta de zapatos! ¡Saldré a vender mis manteles caminando sobre las manos! —exclamó Gaspar una mañana, mientras desayunaba. Y—dicho y hecho— se dispuso a iniciar esa jornada de trabajo andando sobre las manos. Su vecina barría la vereda cuando lo vio salir. Gaspar la saludó al pasar, quitándose caballerosamente la galera°: —Buenos días, doña Ramona. ¿Qué tal los canarios? Pero como la señora permaneció boquiabierta, el muchacho volvió a colocarse la galera y dobló la esquina. Para no fatigarse, colgaba un rato de su pie izquierdo y otro del derecho la valija con los manteles, mientras hacía complicadas contorsiones a fin de alcanzar los timbres de las casas sin ponerse de pie. top hat 20 25 30 35 5 10 15 Audio: Dramatic Reading El valor de las ideas 231 Lamentablemente, a pesar de su entusiasmo, esa mañana no vendió ni siquiera un mantel.. ¡Ninguna persona confiaba en ese vendedor domiciliario que se presentaba caminando sobre las manos! —Me rechazan porque soy el primero que se atreve a cambiar la costumbre de marchar sobre las piernas... Si supieran qué distinto se ve el mundo de esta manera, me imitarían...Paciencia... Ya impondré la moda de caminar sobre las manos... —pensó Gaspar, y se aprestó° a cruzar una amplia avenida. Nunca lo hubiera hecho: ya era el mediodía... los autos circulaban casi pegados unos contra otros. Cientos de personas transitaban apuradas de aquí para allá. —¡Cuidado! ¡Un loco suelto! —gritaron a coro al ver a Gaspar. El muchacho las escuchó divertido y siguió atravesando la avenida sobre sus manos, lo más campante°. —¿Loco yo? Bah, opiniones... Pero la gente se aglomeró° de inmediato a su alrededor y los vehículos lo aturdieron con sus bocinazos, tratando de deshacer el atascamiento° que había provocado con su singular manera de caminar. En un instante, tres vigilantes° lo rodearon. —Está detenido —aseguró uno de ellos, tomándolo de las rodillas, mientras los otros dos se comunicaban por radioteléfono con el Departamento Central de Policía. got ready cool as a cucumber crowded together gridlock police officers (Arg.) ¡Pobre Gaspar! Un camión celular lo condujo a la comisaría más próxima, y allí fue interrogado por innumerables policías: —¿Por qué camina con las manos? ¡Es muy sospechoso! ¿Qué oculta en esos guantes? ¡Confiese! ¡Hable! Ese día, los ladrones de la ciudad asaltaron los bancos con absoluta tranquilidad: toda la policía estaba ocupadísima con el “Caso Gaspar—sujeto sospechoso que marcha sobre las manos”. A pesar de que no sabía qué hacer para salir de esa difícil situación, el muchacho mantenía la calma y —¡sorprendente!— continuaba haciendo equilibrio sobre sus manos ante la furiosa mirada de tantos vigilantes. Finalmente se le ocurrió preguntar: —¿Está prohibido caminar sobre las manos? El jefe de policía tragó saliva y le repitió la pregunta al comisario número 1, el comisario número 1 se la transmitió al número 2, el número 2 al número 3, el número 3 al número 4... En un momento, todo el Departamento Central de Policía se preguntaba: ¿Está PROHIBIDO CAMINAR SOBRE LAS MANOS? Y por más que buscaron en pilas de libros durante varias horas, esa prohibición no apareció. No, señor. ¡No existía ninguna ley que prohibiera marchar sobre las manos ni tampoco otra que obligara a usar exclusivamente los pies! Así fue como Gaspar recobró la libertad de hacer lo que se le antojara, siempre que nomolestara a los demás con su conducta. Radiante, volvió a salir a la calle andando sobre las manos. Y por la calle debe encontrarse en este momento, con sus guantes, su galera y su valija, ofreciendo manteles a domicilio... ¡Y caminando sobre las manos! ■ —Me rechazan porque soy el primero que se atreve a cambiar la costumbre de marchar sobre las piernas... 75 80 85 90 95 100 105 110 40 45 50 55 60 65 70 IAE-23 Sueña at-a-glance A S 5
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