Avanzando - PROGRAM SAMPLER

C A P í T u L o 4 119 dejar su pueblito de Cañada Rosquín para irse a la gigante Buenos Aires, donde se relacionó con otros chicos como él aspirantes a músico. Allí conoce a un joven llamado Gustavo Santaolalla (ganador del premio Óscar por la mejor banda sonoraº en 2006 por la película Brokeback Moun­ tain y en 2007 por Babel ) y graba su primera canción, Hombres de hierro , donde entre otras cosas se insinúa su crítica política con los versos: Hombres de hierro Hombres de hierro que no escuchan la voz. que no escuchan el llanto. Hombres de hierro Gente que avanza se puede matar que no escuchan el dolor. pero los pensamientos quedarán. Luego, impresionado por la salvaje caída de Salvador Allende en Chile y la matanza de artistas a mano de la dictadura del general Pinochet, entre los que se encuentra la desaparición del cantante activista Víctor Jara, Gieco comenzó a usar sus versos y canciones para concienciar a la gente, denunciar la injusticia social y tratar de mejorar las condiciones de vida de los más pobres. Comprometido con su tiempo y su país, durante la etapa de la dictadura argentina sus canciones fueron prohibidas y sacadas de todos los medios de comunicación como si nunca hu­ bieran existido. Así, temas como El que queda solo , El tema de los mosquitos y en especial La cultura es la sonrisa fueron prohibidos, aunque sus letras fueron pasadas de voz en voz. Negándose a abandonar el país a pesar delº peligro, León no solo estuvo comprometido con su tiempo sino también con la cultura y, por eso, en 1980 realizó un estudio de artistas olvidados que él resucitó en Buenos Aires. Colaborando con varios artistas, incluidos varios cantantes indígenas, publicó temas folclóricos argentinos que fueron coreados por jóvenes de todo el país y también en Alemania, Japón, Israel, entre otras naciones en las que hizo recitales. También compartió escenario con Mercedes Sosa, Charly García, Sting, Joan Manuel Serrat, Pe­ ter Gabriel, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, todos ellos cantantes conocidos por sus canciones en favor de los derechos humanos y la libertad, y hasta con la Orquesta Sinfónica de Bariloche en el Teatro Colón de Buenos Aires. Hoy es considerado el músico de más importancia en Ar­ gentina, ganador del Gardel de Oro en el 2005 (algo así como el Grammy argentino). Amigo de Sting, de Serrat, de las Madres de la Plaza de Mayo (madres de desaparecidos a manos de la dictadura), Gieco era enemigo del gobierno militar que gobernó en Argentina en las décadas de 1970 y 1980. Durante esos duros años de represión, escribió la canción La historia esta , obvia­ mente también prohibida por la dictadura argentina, y canciones sobre la memoria, para que no volvieran a suceder las atrocidades contra el pueblo que él había presenciado. Todo está escondido en la memoria, a los pueblos que la aplastan refugio de la vida y de la historia. y que no la dejan ser La memoria estalla hasta vencer libre como el viento. León Gieco le cantó a la inmigración, a la marginalidad, al quinto centenario de la Conquista de las Américas y a la reivindicación de los pueblos originarios. Dio conciertos para los mineros, en fábricas ocupadas durante luchas gremialesº justas, en hospitales y en escuelas. Sin apoyar nunca a ningún partido político, León Gieco es un ejemplo de artista solidario y comprometido con el pueblo que no dudó en usar su música para denunciar la injusticia social. Quizá el pensamiento de Gieco se pueda resumir en esta estrofa de su canción más conocida: Solo le pido a Dios que el dolor no me sea indiferente, que la reseca muerte no me encuentre vacío y solo sin haber hecho lo suficiente. soundtrack in spite of labor struggles

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